Cuando vi el trailer de "Las de la última fila" sabía que me iba a gustar mucho, en mi mente dije "Si yo fuera el escritor de esta serie, no revelaría quién de ellas tiene cáncer para mantener al público a la expectativa y además que mientras estén viendo la serie puedan sacar sus propias conclusiones sobre quién está enferma". Sin aún ver la serie, un día estaba caminando por la plaza Callao de Madrid y en una pantalla se estaba proyectando el trailer de esta serie y a mi lado estaba Bianca (una amiga de mi mejor amiga Valeria), le señalé la pantalla y le dije "Tienes que ver esa serie, es buenísima", comentándole mi argumento inventado si yo fuera el escritor de esta serie.
Pasaron unas dos semanas y no veía la serie, no sé el motivo, no lo recuerdo, pero una tarde mientras conversaba con la China (hermana de Sergio), hicimos un intercambio cultural, yo le recomendé ver "Vis a Vis", y ella me recomendó ver "Las de la última fila", así que luego cuando por la noche Sergio me preguntó que podíamos ver, yo sin más le dije que esta serie.
Empecé el viaje con un poco de miedo como espectador, sabía que estaba entrando en una historia que podía hacerme llorar, ya eso se sabía, aunque me gusta llorar viendo una serie, pero capaz me daba vergüenza con Sergio. Además el hecho de irme de viajes con mis amigxs es algo que llevo deseando mucho tiempo, puede que ese viaje nunca llegue ya que todos vivimos en países diferentes y es muy difícil coincidir, pero aún así lo sigo imaginando. En "Las de la última fila" este viaje se debe por una situación bastante complicada, lo que lo hace un poco más doloroso, aunque ellas en la historia decidan no hablar sobre el motivo principal del viaje y la premisa sea disfrutárselo.
Entre Sergio y yo decidimos elegir quien era ese personaje que estaba enferma y desde allí mirar la serie. Con una escena del primer capítulo elegí mi opción. Poco a poco se fue desarrollando la historia, me la fui disfrutando, sentía la necesidad de viajar, pensaba más en mis amigxs del teatro, pensaba cuanto los necesitaba, y soñaba, quizás me engañaba imaginando que un día los volveré a tener todos juntos. Si tuviera que escribir un papelito para hacerlo como penitencia mis amigxs sería "Salir todo un día con un vestido ajustado y corto".
Cada vez que terminábamos un capítulo, Sergio y yo nos mirábamos y sin decirnos nada, sabíamos que el otro episodio lo íbamos a ver. Esta serie es como una tableta de chocolate, que no puedes parar de comértelo hasta que se termina. Aunque en el último capítulo Sergio si no pudo con el sueño, sin embargo, yo seguí porque obviamente no podía parar. Y justo en el momento más emotivo de la serie, me hicieron romper en llanto, pude llorar con toda libertad porque Sergio seguía durmiendo, aunque en mi momento más intenso, Sergio se despertó, me vio llorar, sonrío y me preguntó quién tenía cáncer y le dije que era la que yo pensaba. Seguí llorando hasta más allá de los créditos.
No soy de fumar, pero cuando terminé esta serie me fui a fumar un cigarrillo en la terraza y allí estaba la luna, iluminando mi noche, ya eran más de las 03:30 am y de fondo sonaba un tema de Rigoberta Bandini. Después de fumar no tenía otra opción que irme a dormir plenamente.
Si tienes la oportunidad de viajar con tus amigxs no lo pienses tanto, no pienses en cuanto dinero puedes gastar, no pienses cuantos días tienes que dejar a tu familia, arriésgate, vive ese momento. Eso me ha enseñado "Las de la última fila", que la amistad tiene un valor muy importante y no se puede olvidar, ni mucho menos dejarla tirada en una esquina por nuestros compromisos que tenemos como adultos.
Es una serie que recomiendo porque me fascinó la creatividad que tienen al momento de contar algunas escenas, los diálogos me encantaron, algunas locaciones me parecieron fabulosas. Hablando del trabajo actoral me hacen disfrutar de esta historia mágicamente, haciendo sentir que estoy viendo una realidad, y eso lo amo. Gracias al director Daniel Sánchez Arévalo, y a su reparto Mariona Terés, María Rodríguez Soto, Itsaso Arana, Mónica Miranda, Godeliv Van Den Brant, Javier Rey, Macarena García, Carmen Machi, Rigoberta Bandini; por este trabajo tan hermoso.
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