Justo cuando estaba tomando la decisión de volver a escribir o no en mi blog, recibí una invitación del periódico "El país" para ir al preestreno del documental "El Crítico", sobre la figura de Carlos Boyero, dirigido por Juan Zavala y Javier Morales Perez. Sinceramente no conocía a este personaje, sin embargo me parecía interesante conocer un poco sobre la vida de este rockstar de la critica. Así que acepté la invitación.
Antes de llegar a Teatros Luchana hice una parada estratégica para matar un antojo, me pedí unos tallarines, un pato (en una salsa que no recuerdo) y una Mahou roja (últimamente me gusta mucho esta cerveza), una vez terminé de disfrutar este aperitivo seguí mi ruta hacia la locación. Poco a poco se fue llenando la sala y justo a la hora pautada empezó la proyección, eso me gusta de España todo empieza puntual.
Me encontré con un documental bastante interesante que muestra varias facetas de Boyero, sin buscar mostrar una identidad errónea que encaja en la sociedad sino todo lo contrario, sentí que busca expresar una transparencia de la vida de este ícono. Y es que claramente Carlos no buscaba encajar en la sociedad, él buscaba expresar sus opiniones dentro del mundo del cine, aunque en la mayoría de los casos eran muy duras, más bien sinceras.
En "El Crítico" podemos ver varias personas opinando sobre Carlos Boyero, opiniones que nacen desde lo más profundo de su ser, me llamó la atención una mujer (no sé su nombre) que creo habla desde su ego herido, diciendo que Carlos Boyero cuando asistía a los festivales de cines se quedaba en los mejores hoteles y ahora que le corresponde ir a ella y/o a esta nueva generación solo podrían ir a esos hoteles para hacerse selfies en la entrada. Luego Carlos en un coloquio que se hizo después de la proyección conversó sobre este comentario que aparece en el documental y dijo: "Ella expresa que me quedaba en los mejores hoteles, pero no se pregunta qué hacia yo para qué me dieran todos esos beneficios".
No es un secreto que Carlos Boyero ha sido muy fuerte criticando los trabajos de Pedro Almodóvar, uno de los directores españoles más importantes para mi. Concluyendo que Almodóvar es un aprovechado de lo que está de moda, para plasmarlo en sus películas. No estoy de acuerdo con las opiniones que emite contra el gran director.
Al final el tiempo pasa factura y con Boyero no hizo la excepción, después de estar 45 años dedicado a la critica, considera que es momento de decirle adiós a esta etapa, con la opción a volver en cualquier momento, si la propuesta le parece atractiva. Capaz toma esta decisión porque se hace viejo y prefiere ceder el paso a la nueva generación, aquella que podría ir a los festivales de cine y hacerse selfies en las entradas de los hoteles lujosos, mientras alquilan un Airbnb para seis (cosa que me parece fascinante, poder convivir esos momentos con amigos de la industria). Él ya no se siente cómodo estando de festival en festival, hay unos huecos que han dejado sus amigos, algunos que han muerto y otros que se han jubilado.
Me dio la sensación que no es feliz, que se encuentra deprimido, que se siente solo, resignado a no tener acercamiento con el mundo digital, con un celular alcatel, que usa para hacer llamadas o recibirlas. En el documental se despide de una forma que me generó mucho ruido, mencionando que que algún día puede que le gane la sensación de tomarse unas pastillas o de tirarse de un piso. Mientras tanto sale algunos días a Gran Vía, se detiene en la calle, mira el cielo y espera que otras personas hagan lo mismo que él.
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